Terminar bien la carrera de educación en casa significa terminar.
Ahora bien, esto no significa que tengas que terminar cada libro, conversación, tema o proyecto. Todos tenemos muchos proyectos, negocios y libros sin terminar en nuestras vidas.
Terminar implica, sin embargo, que preparemos nuestro corazón y nuestra mente para dejar ir a nuestros hijos. Cuando llegue el momento, déjelos salir por la puerta.
He pensado mucho en esto, porque he tenido que dejar ir a mis tres hijos a vivir su propia vida, a cumplir sus propios sueños, a caminar los caminos que el Señor les ha trazado.
Y te digo la verdad, no es fácil. Una vez que llegas al punto en que son adultos jóvenes, cuando las conversaciones son fascinantes y profundas, cuando se han convertido en una parte tan vital de tu hogar (¡y de tu fuerza laboral!), es increíblemente desgarrador dejarlos ir.
Pero aquí está el trato. Aunque Dios le dio el precioso privilegio de ser mayordomo de estos niños durante unos pocos años, al final del día, no le pertenecen. Ellos son Su creación, Su hijos, y Él tiene un plan y un propósito para ellos que está más allá de vuestra comprensión.
Y, para poder tomar ese camino, deben salir por la puerta y seguir adelante.
Para terminar bien, un consejo: imagine a sus hijos pequeños como adultos en pleno funcionamiento, viviendo fuera de su hogar. Lo que les diga hoy (y cómo lo diga) afectará la relación que tenga con ellos cuando sean adultos. Quiero animarte a disfrutarlos, a que te gusten, a deleitarte con ellos ahora. Vale la pena enorme dividendos cuando crezcan!