Como madre que educa en el hogar, ¡tienes un trabajo importante! ¡Al enemigo no le gusta! Te atacará con mentiras, desánimo, culpa, arrepentimiento, fracaso, dudas, ansiedad y depresión. Él quiere alejarte del llamado de Dios. Una de las cosas más difíciles del viaje de Dana ha sido la batalla en su mente. Le ha robado energía, tiempo, salud y las alegrías de ser madre, y le ha hecho perder el foco en lo que era importante. ¡Aprende a ser consciente de la batalla y a salir victorioso de ella! ¡Puedes prosperar como madre que educa en casa! Tú no eres un fracasado. ¡Dios usará tu fidelidad para hacer grandes cosas!