El aprendizaje es un descubrimiento, una experiencia y un maravilloso viaje creativo (¡o al menos, puede serlo!) Pero a veces el aprendizaje también es desordenado, lento, ruidoso, disperso, espontáneo y completamente heterodoxo. Esto puede hacer que los padres se sientan frustrados porque el aprendizaje está tomando demasiado tiempo o preguntándose si sus hijos realmente están aprendiendo algo. Pero, ¿podría la prisa de los padres estar obstaculizando el aprendizaje? Juzgue usted mismo mientras echamos un vistazo a tres cosas que son contraproducentes para el aprendizaje.

corriendo Estar apurado es el enemigo del aprendizaje porque el aprendizaje lleva tiempo, ¡así de simple! A veces tenemos prisa porque estamos impacientes. A veces tenemos prisa porque no nos hemos dado (como padres y maestros) márgenes suficientes para estar quietos y esperar a nuestros hijos. Muchas veces tenemos prisa porque estamos demasiado comprometidos. Echar un vistazo al calendario, juntos como familia, es una oportunidad para que los padres ayuden a sus hijos a aprender sobre la gestión del tiempo. Un calendario vacío no siempre indica ausencia de aprendizaje; ¡a veces significa que estás haciendo más tiempo para descubrir!

Sesión Aunque el ajetreo es un impedimento para el aprendizaje, pasar la mayor parte del día sentado en el interior haciendo el trabajo de copia no es lo mejor. forma efectiva de aprender Cada tema. Para muchos niños, permanecer sentados durante largos periodos de tiempo frustra el aprendizaje. ¡Hay varias opciones alternativas! El primero son los juegos. Aportar un enfoque práctico al aprendizaje es una gran manera de aprender habilidades de pensamiento crítico. Otra opción es Salir afuera y explora tu gran patio trasero. Construye un fuerte, busca constelaciones o haz golosinas para pájaros y mantén un registro de todos los que vienen a visitarte. Jugar juegos ayuda a los niños a aprender, y también ayuda crear un amar de aprendizaje. Una vez que haya hecho tiempo en el calendario familiar, sea diligente para evitar pérdidas de tiempo como revisar constantemente las redes sociales, los mensajes de texto y el correo electrónico (¡otra vez!)

Hablando Hay una diferencia entre hablar y enseñar. Diciéndoles a tus hijos cómo hacer todo y corrigiendo cada paso en falso aprendiendo a aplastar. En lugar de sermonear, considere hacerles preguntas a sus hijos como:

  • ¿Quién puede decirme lo que aprendimos ayer?
  • Hoy vamos a aprender acerca de esta señora. Mira su ropa. ¿Dónde crees que vivía? ¿Cuándo crees que vivió? ¿Qué te hace pensar que? ¿Qué más estaba pasando en el mundo cuando ella vivía?
  • Las hormigas se están metiendo en el comedero para colibríes. ¿Cómo podríamos solucionar este problema?

Y luego escuche a sus hijos preguntarse acerca de su mundo. ¡Preguntarse es bueno! Pensar en las cosas bajo una nueva luz es cómo se hacen los descubrimientos. Hablar es una de las formas en que muchos niños procesan su mundo, y escuchar a sus hijos es una de las formas en que les mostramos que nos preocupamos por ellos. Les muestra que sus pensamientos son valiosos y ayuda a infundir confianza. Pero escuchar lleva tiempo. ¿Estás viendo el patrón?

Cuando los padres disminuyen la velocidad, hay tiempo para aprender: aprender a leer, escribir y aritmética, y también aprender unos de otros. ¡Las conversaciones familiares significativas son una de las mejores partes de la educación en el hogar! ¡Disminuya la velocidad y disfrute del viaje!

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